Diseñar y crear la estrategia de fidelización de los clientes de una marca es un punto clave para el buen funcionamiento de un negocio, ya que si se hace correctamente asegurará ventas regulares, y por lo tanto estabilidad y continuidad.
Para empezar esta estrategia de fidelización hace falta plantearse como es el negocio, qué puntos fuertes y débiles tiene, y que es lo que lo hace singular y diferente de los demás, porque un cliente comprará los productos o servicios a su empresa o establecimiento y no a otro sitio.
También habrá de determinar qué oportunidades y amenazas presenta el entorno en el que se mueve, es decir qué elementos juegan a favor del negocio y cuáles son desfavorables, y cómo se puede hacer para aprovechar el máximo lo positivo y minimizar los riesgos en lo negativo.
Uno de los puntos más importantes de esta estrategia será el profundo conocimiento de los clientes y de sus necesidades, donde son, cómo son, qué hacen, cómo viven, cómo piensan, porque compran; y lo más importante: qué es lo que ellos quieren y valoran.
Cuando tengamos esta información habrá que pensar en cómo fidelizar los clientes y en qué objetivo se persigue, se quiere premiar a los clientes fieles, se quiere crear fidelidad entre clientes poco leales, se quiere conseguir más rotación, o se quiere aumentar el tamaño de la compra.
El siguiente paso será diseñar el programa de fidelización más adecuado, el que de un equilibrio entre las ventajas recibidas por los clientes, y los compromisos o beneficios que se dan, el que ayude a conseguir los objetivos planeados. La parte final de toda estrategia siempre es la medida y análisis de los resultados, para ver si lo que se ha planteado se cumple, y se consiguen los hitos definidos en el planteamiento inicial.
El sistema de fidelización Moneder es muy versátil y se puede adaptar fácilmente a cada uno de los objetivos planeados, el coste es moderado, la implantación es sencilla y permite un análisis cuidadoso de los clientes y de las estadísticas de compra.
